domingo, 4 de octubre de 2009

¡Gracias a La Vida...

...que me ha dado tanto
Me ha dado el oído que en todo su ancho
Graba noche y día grillos y canarios
Martirios, turbinas, ladridos, chubascos
Y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con él, las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano
Y luz alumbrando la ruta del alma del que estoy amando

Negra, que gran perdida no tenerte más cerca o lejos. No poder escucharte cantarle al sol. Que no puedas volver a ofrecer tu corazón; ese corazón tuyo que brilla como el sol y canta como el mar. ¿Habrás podido elegir el día para tu muerte? Al menos, ya no estás sobreviviendo.

Desde que me entere que estabas internada en estado grave, todas las canciones que alguna vez te escuche cantar no dejaron de pasar por mi mente. ¡Cuanta hermosura en esa voz! Que lástima que tenga que tocar la muerte para que volvarnos a ocuparnos de vos. Que lástima que haya desempolvado un cassette tuyo recién cuando ya no estás con nosotros. Un cassette, heredado de mi vieja, que me hizo conocer, en mi tierna infancia, un poco de lo que es nuestra música, que me impulsó a buscar mucho más. Una infancia cantando "Honrar la vida", enojandome porque, a pesar de mi voz aguda, no podía alcanzarte. Jamás.

Negrita, gracias por acercarnos la música de nuestra tierra. Se va a extrañar tu presencia. Te van a extrañar tus amigos: León, Victor, Teresa, Charly, Pedro, Luis, Fito, Antonio, Gustavo. Que triste que va a ser no poder verte con ellos arriba de un escenario, haciendo lo que mejor sabes hacer: romper la tarde con tu voz.

¡Duerme, duerme Negrita!

No hay comentarios:

Publicar un comentario